25 noviembre 2025

Jabón Artesanal de Lavanda y Avena

¡Claro que sí! Aquí tienes una publicación completa para tu blog "Jabones de Ciro" sobre un jabón artesanal de lavanda y avena, con su receta detallada y una imagen atractiva. 💜 Jabón Artesanal de Lavanda y Avena: Relajación y Cuidado en tus Manos ¡Hola, amantes de lo natural! En Jabones de Ciro, nos apasiona el arte de transformar ingredientes simples en pequeños tesoros para tu piel. Hoy, te traemos una receta que combina la relajante fragancia de la lavanda con las propiedades calmantes de la avena. Este jabón no solo limpiará tu piel, sino que te ofrecerá una experiencia sensorial de spa en cada ducha. ¡Imagina un momento de paz después de un largo día! Este jabón es ideal para pieles sensibles, secas o irritadas, gracias a las bondades de sus ingredientes. ¿Te animas a crearlo con nosotros? ✨ Ingredientes Mágicos y sus Beneficios: Aceite de Coco: Limpiador potente y espumoso, aporta dureza al jabón. Aceite de Oliva: Hidratante y suave, ideal para pieles sensibles. Aceite de Girasol: Acondicionador de la piel, rico en vitamina E. Manteca de Karité: Nutritiva y reparadora, excelente para pieles secas. Hidróxido de Sodio (Sosa Cáustica): Esencial para la saponificación (¡siempre con precaución!). Agua Destilada: Para disolver la sosa. Aceite Esencial de Lavanda: Relajante, antiséptico y antiinflamatorio. Su aroma es un deleite. Avena en Polvo (o finamente molida): Exfoliante suave, calmante y suavizante para la piel. 📝 Receta de Jabón de Lavanda y Avena (Método en Frío) ⚠️ ¡IMPORTANTE! Medidas de Seguridad: Trabajar con sosa cáustica requiere extrema precaución. Usa guantes, gafas de seguridad y mascarilla. Trabaja en un área bien ventilada y mantén a niños y mascotas alejados. Rendimiento: Aprox. 500g de jabón (unas 4-5 pastillas) Tiempo de preparación: 60 minutos Tiempo de curado: 4-6 semanas Ingredientes: Fase Líquida: 110 g Agua destilada fría 45 g Hidróxido de Sodio (Sosa Cáustica) Fase Aceites: 180 g Aceite de Oliva virgen extra 120 g Aceite de Coco 70 g Aceite de Girasol 50 g Manteca de Karité Aditivos (al final): 10 g Aceite esencial de Lavanda 15 g Avena finamente molida (puede ser en polvo o copos muy pequeños) Materiales Necesarios: Báscula de precisión (¡fundamental!) Recipientes resistentes al calor (acero inoxidable o plástico PP) Cuchara de acero inoxidable o espátula de silicona Batidora de mano (tipo minipimer) Termómetro digital Molde de silicona para jabón (o uno de madera forrado con papel de horno) Guantes, gafas de seguridad, mascarilla Vinagre blanco (para neutralizar salpicaduras de sosa en caso de accidente) 👩‍🔬 Paso a Paso: Tu Jabón Casero Preparar la Solución de Sosa: Ponte tus elementos de protección (guantes, gafas, mascarilla). En un recipiente resistente al calor, vierte el agua destilada. Poco a poco, y con mucho cuidado, añade la sosa cáustica al agua, removiendo constantemente con la cuchara. ¡NUNCA al revés! La mezcla se calentará mucho y liberará vapores. Hazlo en un lugar muy ventilado. Deja reposar esta solución en un lugar seguro y ventilado hasta que se enfríe a unos 45-50°C. Preparar los Aceites: En otro recipiente resistente al calor, pesa y combina el aceite de oliva, aceite de coco, aceite de girasol y la manteca de karité. Calienta suavemente (a baño maría o en microondas a baja potencia) hasta que todos los sólidos se hayan derretido y la mezcla alcance una temperatura de unos 45-50°C. La Traza (¡Momento Clave!): Cuando tanto la solución de sosa como la mezcla de aceites estén entre 45-50°C (lo ideal es que estén a temperaturas similares, con una diferencia máxima de 5°C), es el momento de unirlos. Vierte la solución de sosa lentamente sobre los aceites, removiendo constantemente con la batidora de mano a baja velocidad. Sigue batiendo por pulsos, alternando con periodos de reposo y removiendo a mano. Notarás cómo la mezcla empieza a espesar y a parecerse a unas natillas o mayonesa. Esto se llama "la traza". Sabrás que has alcanzado la traza cuando al levantar la batidora y dejar caer un poco de la mezcla sobre la superficie, se forme una "línea" que no se deshace inmediatamente. Añadir Aditivos: Una vez alcanzada la traza, añade el aceite esencial de lavanda y la avena molida. Mezcla bien con la batidora de mano un par de veces más para asegurar que todo se integre. Verter en el Molde: Vierte la mezcla de jabón en tu molde de silicona (o molde de madera forrado). Golpea suavemente el molde sobre la superficie de trabajo para eliminar burbujas de aire. Puedes espolvorear un poco más de avena o flores de lavanda seca por encima para decorar. Curado Inicial (Gelificación): Cubre el molde con un paño limpio o film transparente y aísla el jabón para que mantenga el calor. Puedes usar una toalla o incluso meterlo en una caja de cartón. Esto ayuda al proceso de gelificación. Deja reposar el jabón en el molde durante 24-48 horas. Desmoldar y Cortar: Pasadas 24-48 horas, desmolda el jabón y córtalo en pastillas del tamaño deseado. Curado Final: Este es el paso más importante para obtener un jabón de calidad. Coloca las pastillas en una rejilla en un lugar fresco, seco y bien ventilado, lejos de la luz solar directa. Deja que curen durante 4-6 semanas. Durante este tiempo, el exceso de agua se evaporará, el jabón se endurecerá y se volverá más suave y duradero, mejorando sus propiedades limpiadoras y acondicionadoras. ¡Y voilà! Después de la espera, tendrás unas preciosas pastillas de jabón de lavanda y avena hechas por ti. No hay nada más gratificante que usar algo creado con tus propias manos. ¿Te animas a probar esta receta? ¡Cuéntanos tu experiencia en los comentarios! Con cariño, El equipo de Jabones de Ciro 💜